¡Buenas tardes, Phoenix! Estoy muy contento de estar aquí con ustedes.
Uno de los valores de nuestra campaña es la creencia de que cuando estamos juntos, todo se puede. Esto significa que la única forma en la que podemos avanzar como país es trabajando juntos. Es importante que nos escuchemos. Es importante que nos comuniquemos. Y que juntos realicemos la visión que tenemos para nuestro país.
La fundación de nuestro país tiene raíces en todas partes del mundo. Tiene raíces en África y Asia, desde donde muchas personas vinieron en contra de su voluntad, pero se convirtieron en parte del tejido de nuestra sociedad. Tiene sus raíces en los americanos nativos, quienes siempre han estado aquí. Y ha sido enriquecida por inmigrantes de todas partes del mundo, incluyendo a Irlanda, de donde vino mi familia.
Las personas a veces olvidan – y quizás algunos ni siquiera saben – que la comunidad hispana ha sido parte de nuestro país desde que los españoles llegaron a San Agustín en 1565 (mil quinientos sesenta y cinco). Esto fue mucho antes de que los ingleses llegaran a Norteamérica.
El español fue el primer idioma europeo que se habló en este país. Hace unos años, di el primer discurso en español en la historia del Senado. Pensaba que, si estábamos debatiendo una medida de ley sobre inmigración, tendría sentido explicarlo en español. Especialmente, cuando el español es el idioma de más de 40 (cuarenta) millones de personas en este país, quienes están más afectadas por este asunto.
Siento lo mismo sobre esta elección. Con tanto en juego para la comunidad hispana, es importante que nuestra campaña se dirija en un idioma que es hablado por tantas familias a través del país.
No hablo español perfectamente. Pero aprendí lo que pude con misioneros jesuitas en Honduras. Allí en el pueblo de El Progreso, puse en práctica lo que aprendí cuando era niño trabajando en el taller de soldadura de mi padre. Con estas destrezas, enseñé a jóvenes carpintería y trabajos de metales.
Esa experiencia cambió mi vida y la he llevado conmigo en cada posición que he tenido: abogado de derechos civiles, concejal municipal, alcalde, vicegobernador, gobernador y senador.
Lo que aprendí en Honduras se puede resumir en tres conceptos: fe, familia y trabajo duro. Esos valores también los aprendí de mi familia irlandesa-católica en la ciudad de Kansas.
Hay otro valor que yo y Hillary compartimos: has todo lo bueno que puedas y se un servidor de otros. Es muy simple.
Y hoy en día, reconozco esos mismos valores en cada estado de nuestra nación. En personas de todo tipo de piel, religiones y origen. Y en esta campaña, me ha inspirado ver a personas de todos los orígenes, uniéndose para enfrentar nuestros desafíos.
Creo que Dios ha creado un hermoso y rico tapiz en nuestro país, una increíble diversidad cultural que prospera cuando le damos la bienvenida a todos con amor y nos oponemos a las fuerzas oscuras de división.
Las elecciones presidenciales siempre se han basado en elegir entre dos visiones para nuestro país… una decisión entre dos candidatos.
Pero este año, es diferente. Se trata de nuestro país, mirándonos en el espejo y preguntándonos quiénes somos.
Esto no solo se trata del temperamento y la experiencia de un presidente, aunque estas son cualidades muy importantes. La decisión que vamos a tomar es entre la visión de Hillary y la visión de Trump para nuestro país. Hillary cree que cuando estamos juntos, todo se puede. La visión de Trump es alarmante y divisiva.
Así que hoy, quiero que ustedes escuchen directamente de mí, que bajo la administración Clinton-Kaine, todos tendrán un lugar en este país.
Los latinos siempre han forjado a este país… Desde su servicio en las fuerzas armadas, al espíritu empresarial… Hasta su presencia en la Corte Suprema.
Y para el 2050 (dos mil cincuenta), las comunidades de color representarán la mayoría de nuestra población. Así que por supuesto, los latinos ayudarán a forjar el futuro de Estados Unidos, porque ustedes son el futuro de Estados Unidos.
Todos somos americanos.
Necesitamos que todas las personas, de todos los orígenes, ayuden a escribir los próximos capítulos de la historia de nuestra nación. Como siempre lo han hecho. Esta comunidad ha sido parte de una larga lucha. Una lucha que demuestra su constancia y su poder.
En años recientes, muchas de esas batallas han sido luchadas aquí en Arizona. Phoenix fue uno de los lugares donde comenzó el movimiento moderno de los derechos de los inmigrantes. Y en este estado, personas de todo el país se organizaron en contra de la SB 1070 (ESE BE Diez Setenta). Ese proyecto de ley estaba en contra de muchos de los valores que compartimos.
Esa lucha aún no ha terminado… Ahora mismo, en esta elección, ustedes están dirigiendo el nuevo camino hacia el progreso. Sin embargo, nos estamos enfrentando a oponentes muy fuertes.
Uno de los mayores simpatizantes de Trump, el Sheriff Joe Arpaio está enfrentando cargos criminales por su discriminación en contra de latinos y por perseguir a inmigrantes indocumentados. También, él ha dicho que Trump recibirá “muchos votos hispanos.”
¿Piensan que tiene razón?
Recientemente, la exgobernadora, Jan Brewer, dijo que no estaba preocupada de que su candidato Donald Trump gane Arizona porque, y la cito: los latinos “no salen a votar.” Esta es la misma exgobernadora que aprovo la ley discriminatoria SB 1070 (ESE BE Diez Setenta), que promovia la discriminacion racial.
¿Creen que ella tiene razón?
Pienso que Jan Brewer no está prestando mucha atención a lo que está sucediendo. Millones de personas se están uniendo: demócratas, independientes y republicanos, para apoyar a Hillary Clinton y rechazar a Donald Trump y todo lo que representa.
Aquí en Arizona, nuestra campaña está creciendo. Más de un millón de personas ya han votado temprano, y los votantes Latinos aquí en Arizona parecen que han votado en más grandes cifras que hace cuatro años. Observamos la misma energía en el voto temprano de la comunidad latina en la Florida, Nevada, Carolina del Norte y otros estados.
Y me da pena decirle a la campaña de Trump que los latinos tendrán una voz muy importante en esta elección. Y la opción es bien clara.
De un lado, está Hillary Clinton. Ella ha dedicado toda su vida a trabajar por los niños y las familias. Empezó su carrera en una organización que representa y defiende a niños y sus familias, el Fondo para la Defensa de los Niños. Registró latinos para votar en el sur de Texas y luchó por cobertura médica universal. También luchó por la igualdad de derechos.
En otras palabras, ella esta lista. Hillary Clinton esta lista.
Del otro lado, está Donald Trump. Alguien, que piensa que comunicarse con la comunidad latina significa tuitear una foto de un taco bowl.
En la primera semana de su campaña, Donald Trump dijo que los inmigrantes de México son traficantes de drogas, violadores y asesinos. En el debate pasado, Trump se refirió a ellos como “bad hombres,” “hombres malos.”
Él insiste que “este es un país donde se habla inglés, no español”. Él no entiende que las familias bilingües y multilingües contribuyen a nuestra diversidad. Esto es lo que hace grande a esta nación.
Por otro lado, Trump llamó “Miss Sirvienta” a Alicia Machado, quien ganó su concurso de belleza Miss Universo. Y hace un mes, decidió pelearse con ella por Twitter y en entrevistas durante varios días.
También, atacó al juez Gonzalo Curiel, quien es un distinguido juez en una demanda de fraude contra la Universidad Trump. Sin embargo, el juez Curiel nació en Indiana. Sus padres nacieron en México. Pero Donald dijo que el juez Curiel no es confiable por su “herencia mexicana.”
Incluso, el presidente republicano de la Cámara, Paul Ryan, quien apoyó a Trump, dijo que esto era la “definición de un comentario racista.”
El juez Curiel es tan estadounidense como yo. Es tan estadounidense como Donald Trump. Ya sea que tu familia llegó aquí hace poco o han estado aquí desde antes que los Estados Unidos existiera… Hillary Clinton y yo, creemos que ustedes son nuestros hermanos y hermanas, y lucharemos por ustedes.
Ustedes son nuestros vecinos, colegas, amigos y familiares. Ustedes hacen a nuestra nación más fuerte, más inteligente y más creativa. Y quiero que todos ustedes sepan que los entendemos y que estamos con ustedes.
Estados Unidos es un país mejor gracias a ustedes. Y Hillary y yo, tenemos una visión positiva para lo que queremos lograr.
Saben, cuando Hillary me llamó para decirme que me había escogido para ser su vicepresidente, esto fue lo que me dijo… La definición del éxito de la administración Clinton-Kaine no será la cantidad de leyes que aprobemos. El éxito de nuestra administración se basará en si mejoramos la vida de madres trabajadora. O si ayudamos a darle una mejor educación a nuestros niños. O si ayudamos a darle una segunda oportunidad a una persona que haya cometido un error. En ese momento, supe que seríamos compañeros de alma en este camino.
Así que Hillary y yo, hemos anunciado dos promesas grandes para los primeros 100 (cien) días de nuestra administración.
Primero, haremos la inversión más grande en trabajos nuevos y bien pagados desde la Segunda Guerra Mundial. Tenemos que crear una economía que funcione para todos, no una economía que sólo beneficie a los más ricos. Y no hace falta que les diga que aún tenemos trabajo por hacer.
Los latinos son el 17 (diecisiete) por ciento de la población del país, pero solo tienen el 2 (dos) por ciento de las riquezas. Eso está mal. Tenemos que conectar a más latinos con buenos trabajos que ganen buenos salarios… Conectarlos con más oportunidades educativas, crear nuevas empresas y desarrollar riqueza que sus hijos puedan heredar.
Una de las claves para esto son los negocios pequeños. Hillary y yo, somos hijos de padres que crearon pequeñas empresas. Por eso sabemos que tenemos que hacer mucho más para apoyar a pequeños negocios de latinos, los cuales crean muchos trabajos por todo el país. Nuestro plan facilitará abrir un negocio, tener más acceso a capital e invertirá veinticinco mil millones de dólares en las comunidades que más lo necesitan.
Y vamos a proveer una mejor educación ya que es muy importante para conseguir los trabajos del futuro. Lucharemos para proveer educación preescolar para todos los niños, tener buenas escuelas en todas las comunidades y asegurarnos que nadie se quede sin cumplir sus sueños porque no lo pueden pagar.
En los pasados 20 (veinte) años, la cantidad de latinos asistiendo a la universidad se ha triplicado. Esto es una buena noticia. Y pese a ello, los latinos tienen menos probabilidades de graduarse que sus compañeros blancos. A menudo porque no lo pueden pagar.
Nuestro plan cambiará eso. Vamos a asegurar que los centros educativos comunitarios sean gratuitos.Vamos a asegurar que las universidades estatales no impliquen tomar un préstamo. Y para las familias que ganan menos de 125,000 (ciento veinticinco mil dólares) al año, vamos a eliminar totalmente la matrícula en esas escuelas. Así podremos empezar a romper todas las barreras económicas que limitan el progreso.
Segundo, Hillary y yo, presentaremos legislación para una reforma migratoria integral que incluya un camino hacia la ciudadanía.
Demasiados niños en los Estados Unidos les dicen adiós a sus padres cada mañana, sin saber si su padre o su madre estarán ahí cuando vuelvan.
Donald Trump quiere crear una nación de deportación. Trump quiere deportar a casi 16 millones de personas. Va a deportar a 11 punto 5 millones de personas indocumentadas. Y quiere eliminar la ciudadanía para 4 punto 5 millones de personas que nacieron aquí de padres indocumentados y deportarlos a ellos también. Eso va en contra de un valor muy importante en nuestra Constitución–una persona que nace aquí es un ciudadano. Hillary y yo lucharemos contra el plan divisivo de Trump con toda nuestra fuerza.
Una de las cosas que más me gusta hacer es ir a los servicios de naturalización donde la gente se convierte en ciudadanos estadounidenses.
Normalmente, luego del juramento, hay un micrófono abierto y la gente puede ir y explicar por qué han decidido convertirse en ciudadanos. Sus historias te llenan los ojos de lágrimas. Sus historias te hacen sonreír cuando escuchas lo que piensan sobre la grandeza de Estados Unidos de América.
No puedes evitar pensar que: Cualquier persona que ama tanto a los Estados Unidos merece estar aquí.
Por eso, vamos a luchar tan duro para conseguir una reforma migratoria integral. Y mientras tanto, haremos todo lo posible para mantener unidas a las familias.
Hace unos meses, la Corte Suprema puso en pausa al programa DAPA. La decisión fue devastadora para millones de familias. Pero es importante mencionar que la Corte no se pronunció realmente sobre la esencia del caso. Hillary y yo siempre hemos dicho que DAPA está completamente dentro de la autoridad del presidente. Y seguiremos luchando por ello.
Tenemos también que poner fin a la detención familiar, cerrar los centros privados de detención y acabar con las detenciones y las redadas. Eso no está bien. No son necesarias. Y no representan nuestros valores.
Quiero terminar explicando por qué Hillary y yo creemos que juntos, todo se puede. Es algo que siempre ha unido a los demócratas. No pensamos sólo en nosotros, nos preocupamos también por los que necesitan ayuda.
En mi iglesia, hablamos sobre la historia del Buen Samaritano. Hay alguien que ha sido golpeado y tirado al piso. Y mucha gente pasa por su lado: sabios, líderes, nobles. Pero sólo pasan por su lado. Apuesto que alguien pasó por su lado y le dijo “eres un perdedor”. Pero entonces un Samaritano, que en esa historia era una especie de marginado, dice yo le voy a ayudar.
Hoy, hay mucha gente en este país que está en el suelo, pidiendo ayuda. Quizás necesitan un trabajo o necesitan resolver cómo van a pagar la universidad. Tal vez están lidiando con una enfermedad o son víctimas de violencia. A lo mejor están siendo acosados o simplemente necesitan una segunda oportunidad. Están todos ahí, en el suelo, pidiendo ayuda.
Hillary Clinton y yo pensamos que no podemos pasar por el lado de esas personas e ignorarlas. Los demócratas no ignoramos las necesidades de los demás. La gente de Arizona no ignora las necesidades de los demás. Los estadounidenses no ignoran al prójimo.
No somos así. Nosotros nos acercamos y ayudamos. Y si queremos que este país siga siendo un lugar que se valore por cómo ayudamos a los demás, entonces, necesitamos que todos y cada uno de los que estamos aquí vayamos a votar. Y necesitamos que lleven a sus amigos, su familia y sus vecinos también.
Por primera vez en mucho tiempo, el estado de Arizona es competitivo. Y cada voto cuenta.
Mañana es el último día para votar temprano en Arizona… ¡Pero por qué esperar hasta mañana si pueden ir a votar hoy!
La votación temprana estará disponible hasta mañana.El centro de votación temprana más cercano queda en la Maryvale-Cartwright School District Annex Building. Esto queda en la 3401 North, 67th Avenue.
Esta elección no es sólo sobre hacia dónde vamos. Es sobre quiénes somos.
Creo que somos un país al que todos pertenecemos.
Un país que elige el amor sobre el odio.
Un país que construye sobre el progreso que hemos logrado, en vez de retroceder. Como decíamos en Honduras: hacia adelante, no atrás.
Y a cualquiera que diga que esa visión no se puede lograr, vamos a decirles con el canto que resuena a lo largo de nuestra historia:
¡Sí, se puede!
Gracias, Phoenix. Vamos a votar. Y vayamos a ganar.